¿Y si el problema nunca fue quién manda, sino el placer de mandar?
En ¡Prohibido, Prohibir! las mujeres toman el poder para acabar con siglos de opresión. La revolución triunfa, el orden cambia y las reglas se reescriben. Pero muy pronto aparece una verdad incómoda: el poder, cuando se ejerce sin límites, siempre se parece demasiado a sí mismo.
Esta comedia es tan divertida como inquietante, desnuda nuestras contradicciones colectivas y se burla de la ilusión de que basta cambiar los roles para cambiar el mundo. Una obra que no señala culpables, pero incomoda a todos.
Porque el poder no tiene género… pero sí ego.
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Una vez iniciada la función no es permitido el ingreso a la sala.
Ingreso para mayores de 14 años.